viernes, 1 de marzo de 2024

madre i.

 

hay veces en las que quiero culparte,

de todas las desgracias

de no saberme convertir en nube

en pájaro

o en árbol

de haberme hecho

para no ser querida

y continuar la maldición de la estirpe.

madre,

nunca fuiste un hogar

sino quien ató mis moléculas

con la tristeza más pura

para luego contemplarme con extrañeza.

madre, 

tú no sabes nada

pero tu ceño fruncido es suficiente

y te quejas de no poderte ir

incluso frente a la puerta abierta.

madre,

de ti aprendí que el amor 

es un golpe en la garganta

me coronaste

y me diste un altar para escuchar tus lamentos

me hiciste de carencias y culpas

mi corazón una granada en el pecho.

Madre, 


ya no.

-madre, paula barona

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