martes, 11 de febrero de 2020

The waldo moment, o la política en tiempos de redes sociales.

"The Waldo Moment" (Black Mirror) o la política en tiempos de las redes sociales.

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Y si la política es tan mala, ¿por qué no votar por una personaje animado?

¿Quién es Waldo? Un osito azul que hace chistes altisonantes. También, presidente. Waldo tiene muchos seguidores que lo aman y que sobre todo, están hartos del aburrido y alienante panorama político. En el momento en que Waldo irrumpe en el parlamento británico para burlarse del candidato por el partido conservador, la gente llega a respetarlo más a él que a su contrincante. 

Waldo es el hijo sano del posmodernismo y de la crisis de identidad del siglo XIX. No tiene ninguna postura política, ni de izquierda ni de derecha pero al menos es honesto y eso es lo que le interesa a la gente que va a votar. Waldo no existe por sí mismo, claro está, hay un animado detrás de él que quiere que lo político no se mezcle con su vida personal, lo cual es tan borroso en un mundo donde twitter y facebook, las cosas que se comparten en las redes pueden comprometer tanto nuestro trabajo como nuestro círculo social.

Jaime, el creador de Waldo no es ningún político, apenas y es un comediante de sátira que es aquello que le gusta hacer. Sin Waldo, no es nadie, pero está detrás de este gran símbolo que con hostilidad representa a la gente común que comenta mensajes iracundos en páginas web de periódicos. Esto es importante porque nos hace reflexionar acerca de como en una sociedad virtual, todo, sin quererlo, se vuelve un espectáculo (y esto fue tres años antes de que Trump ganara las elecciones)

Durante las elecciones vemos como lo que más les molesta a los candidatos es la manera en la que son percibidos por el público, su reputación más que sus ideales. Se necesita drama para ganar en lugar de cuidado. Se ataca a la persona, no los ideales. El objetivo de quien está atrás de Waldo no es la anarquía, ni inmiscuirse en los asuntos del estado para destruirlo sino la democracia que las redes sociales prometen, en donde todos puedan hablar y sufrir las consecuencias de sus acciones, lo cual es complicado ya que como podemos ver, y como dice Jaime, hay mucha gente allá afuera con opiniones que poco informadas que buscan destruir cualquier cosa que se propongan. 

Como es Black Mirror, no podemos hablar de finales felices. A pesar de los mejores intentos de Jaime, Waldo se vuelve una especie de dictador global y este se da cuenta que hay poco que hacer ante un candidato o una figura política tan mediática como los es un oso azul que le pertenece a una corporación.

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